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A la hora de comprar un coche, surgen las dudas de lo que ocurrirá con los vehículos de gasóleo. Siguen siendo los más rentables (si valoramos el precio de compra con el consumo), pero se tiene el miedo a las restricciones que caerán sobre ellos. No en vano, el miedo existe. Nosotros seguimos apostando por la venta de un vehículo diésel que, con pegatina B o C, tendrá todavía muchos años de vida. Y es que son muchas las ventajas que siguen teniendo estos vehículos: par motor a bajas velocidades, más fuerza en todo el margen de revoluciones útiles... Siguen siendo la primera opción para aquellas personas que necesitan transportar peso, o que hacen más de 40.000 kilómetros al año. Mantenimiento: si bien las operaciones en taller suelen ser más caras, el mantenimiento ya es prácticamente lo mismo, porque usan exactamente os mismos aceites y lubricantes que los coches de gasolina. La única pega que le ponemos son los complejos sistemas antipolución -como el famoso FAP-, que tienen una durabilidad limitada y cuya reparación suele ser cara. Por ello, recomendamos una buena revisión de estos elementos de forma rutinaria, con lo que ahorrarás un buen pellizco en futuras averías. En @begrauto podemos revisar tu vehículo diésel cuando tú precises.